Escuchar, sanar, acompañar: 5 lecciones aprendidas en 2 años de práctica Direct Endocrine Care
Hace dos años tomé una decisión valiente: alejarme del modelo tradicional de planes médicos y lanzar una práctica Direct Specialty Care, donde el enfoque principal eres tú, mi paciente.
No sabía exactamente qué esperar de esta movida, pero esta experiencia ha transformado por completo mi manera de ver y manejar la endocrinología, el bienestar y el proceso de sanación.
Y para hacerle honor al segundo aniversario de esta práctica Direct Care, quiero compartir cinco de las lecciones más importantes que he aprendido —y cómo me ayudan a servir mejor a cada uno de mis pacientes cada día.

1. La sanación comienza cuando cada paciente se siente validado
Una y otra vez, los pacientes me comentan cuán complacidos se sienten tras su primera cita—no sólo por recibir respuestas, sino porque se sintieron que por primera vez los escucharon sin ajoros y los apoyaron.
Muchos se sorprenden de lo cercana y personal que se siente la comunicación conmigo en comparación con las experiencias aceleradas y fragmentadas de las oficinas médicas tradicionales.
Ya sea porque envían una pregunta por email y reciben una respuesta a tiempo, personalizada y atenta, o porque cuando llaman, se les contesta con cariño y amabilidad, el mensaje es claro: cuando comunicarte con tu médico no es un estrés, ya estamos potenciando el proceso de sanación.
2. El tiempo también es medicina
Para nuestros pacientes que llevan conmigo por más de 2 años, posiblemente ven como “normal” esto de tener citas largas y sin prisa – porque siempre les dediqué todo el tiempo que necesitaran para hacer sus preguntas y contestar sus dudas.
Nunca interrumpí a un paciente para irme a atender a otro. Bajo el antiguo sistema, siempre estaba corriendo contra el reloj, estresada por estar retrasada, aunque hacía lo mejor posible por escuchar y apoyar a cada persona.
Ahora, como las citas largas son parte integral de nuestro modelo, ya no siento esa presión. Toda mi atención está en el paciente. Y eso es una gran ventaja—para ambos.


3. Con conversaciones más profundas, obtenemos mejores diagnósticos
Con más tiempo juntos, podemos profundizar.
En estos dos años, uno de los cambios más significativos ha sido el poder identificar y tratar trastornos del sueño —un elemento clave que muchas veces se ignora en la búsqueda de mejorar la salud.
Ya sea que estemos manejando diabetes, enfermedad de tiroides o algún desbalance metabólico, ahora tenemos el tiempo y espacio necesario para explorar cómo el estilo de vida puede estarte afectando.
Y los resultados hablan por sí mismos: dormir mejor está ayudando a nuestros pacientes a lograr una mejor salud integral.
4. Menos burocracia, mejores resultados
Paradójicamente, al dejar de aceptar planes médicos, ahora puedo servir mejor a nuestros pacientes—¡especialmente cuando se trata de manejar asuntos relacionados con sus planes médicos!
Gracias a que ahora tengo más tiempo y control directo sobre los procesos administrativos, hemos logrado que las autorizaciones se reciban mucho más rápido que antes. Eso significa menos interrupciones en el tratamiento y mucha más tranquilidad para nuestros pacientes.
Y aunque ya no formamos parte de la red de proveedores de tu plan médico—siempre estamos de tu lado.


5. Médico, cúrate a ti mismo
Hace tres años, estaba al borde del “burnout”. Consideré seriamente dejar la medicina por completo—no porque dejé de preocuparme por mis pacientes, sino porque sentía que pasaba más tiempo sirviendo a los planes médicos que a ustedes.
Hoy, me siento reconectada con la vocación que me trajo a la medicina. Duermo siete horas cada noche. Me ejercito con regularidad. Puedo asistir a las actividades de la escuela con mis hijos. Me alimento con intención. En resumen, vivo el mismo estilo de vida equilibrado que animo a mis pacientes a seguir—y gracias a eso, puedo apoyarlos mejor.
Como médico viviendo con diabetes tipo 1, sé de primera mano lo poderoso que es seguir el consejo de tu propia doctora. Hoy, por fin, puedo hacerlo.
Profundo agradecimiento
Mil gracias a cada paciente que ha confiado en mí su cuidado endocrino. Eres la razón de ser de esta práctica. Has ayudado a dar forma a lo que esta práctica es hoy, y es un honor acompañarte en tu camino hacia la salud y el bienestar.
Si aún no eres mi paciente, pero buscas una relación más personal, cercana y comprometida con tu endocrinóloga—te invito a comunicarte con mi oficina. Estamos aceptando nuevos miembros y nos encantaría ayudarte a alcanzar tus objetivos de salud.
👉 Llámanos o envíanos un correo electrónico para coordinar tu consulta inicial. Ten la experiencia directa de que seas lo más importante para tu endocrinóloga.
